El Paisaje

Las iglesias actúan como mediadoras entre el maritorio y territorio, como auténticos faros que conforman una red de hitos que guía al navegante a través de islas e islotes. Salvo Teupa, que no posee una vinculación directa con el borde costero, las otras once iglesias dialogan con un paisaje íntimamente asociado al mar interior, refrendando el vínculo del chilote con su fuente de recursos y medio histórico de comunicación entre comunidades isleñas.

El paisaje se caracteriza, asimismo, por la convivencia de retazos de bosques nativos y minifundios en un entramado desplegado sobre un manto de cerros y lomajes junto al mar, bordeando playas de piedra y arena, humedales y marismas. La fina granulometría de las edificaciones y su emplazamiento disperso en una geografía generosa permite una armoniosa convivencia con el medio rural en un proceso de evolución y adaptación que no perturba el carácter bucólico del paisaje chilote.

 
 

la grandeza de las 12 pequeñas iglesias