El Coro

La configuración de planta basilical varía en cuanto a mayor o menor sofisticación. En los detalles y ornamento, no obstante, comparten las características propias de su espacialidad y usos, sus componentes y patrones compositivos esenciales, como también el manejo adecuado de las proporciones y la utilización de los revestimientos de madera que colaboran en una determinada percepción de la espacialidad, realzando las tensiones verticales y horizontales, según sea el caso.

Desde la nave central se aprecia el coro de la iglesia en el extremo opuesto del altar, recortado en su silueta por la forma de la bóveda. Ubicado tras el hastial y debajo del dado basal, ─con la excepción de la iglesia de San Javier─ el coro sirve, además, de acceso a la torre-fachada, sobreponiéndose la estructura de la torre al envigado del cielo de éste. Típicamente, las puertas de acceso a la iglesia se sitúan en el mismo plomo del abalconamiento del coro, coincidiendo con las barandas y balaustradas, o bien retranqueado respecto de éstas, dejando una suerte de aporticado interior.

El coro es, también, el lugar por donde penetra la luz natural a través de una o más ventanas o por un rosetón, como es el caso de la iglesia de Llingua.

 
 

la grandeza de las 12 pequeñas iglesias