La Torre

La torre es componente común a toda iglesia chilota; distingue también a cada una respecto de la otra. Son su elemento emblemático, no sólo por su presencia dominante en el paisaje y por su esmerada composición, sino también por representar la máxima expresión del oficio del carpintero por la complejidad estructural y constructiva de la misma.

Siete de las doce iglesias poseen dos cañas, una verdadera hazaña constructiva, si se considera las realidades locales y las pequeñas comunidades a las que sirven. No obstante, todas reflejan la maestría con la cual fueron erigidas, alzándose sus torres por sobre el entorno circundante y enfrentando la explanada como un faro que guía a la feligresía.

Algunas de las torres fueron reconstruidas luego de los efectos del gran terremoto de 1960 o producto del progresivo deterioro de sus piezas, perdiendo, en el intertanto, su segunda caña a manos de la falta de recursos o los embates de la naturaleza. Ello trajo consigo algunas soluciones ingeniosas se convirtieron en singularidades: es el caso de la iglesia de Caulín, con su torre de cuerpo único y planta cuadrada, coronada con el chapitel cónico.

la grandeza de las 12 pequeñas iglesias